2021: Crónicas de un Puertovarino a Pie

Texto por: Seba Schirmer L. – Ilustración: Kipper Art (Rafael Angulo)

Feliz 2021, el primer año de una nueva década. Una década que, esperemos, sea un nuevo comienzo post pandemia. Pero hay cosas que rescatar de todo este agrio derrotero y es que varios tramites ahora se pueden hacer online. No hay nada que odie más que perder mis mañanas en largas esperas y colas para tramites de 5 minutos, onda sacar un papel, notariar una firma y ese tipo de burocracias que tanto ama el chileno. Lamentablemente las reformas del sistema notarial siguen durmiendo en el congreso, gracias al infaltable lobby de notarios y conservadores, reacios a abandonar su fértil monopolio. Pero al menos el sistema público se ha ido poniendo, a la fuerza, al día con la tecnología y muchos tramites ahora están a un clic de distancia. Aunque no falta de vez en cuando ese «ha ocurrido un problema, por favor diríjase a nuestra oficina ubicada en el polo sur de 05:45 a 05:50 am», o el «su clave ha sido bloqueada aleatoriamente, por favor sírvase acercarse a la sucursal más cercana para una espera de 4 horas para que le pasemos un simple papelito» (BancoEstado, me refiero a ti). ¿Qué nos falta? La aceptación masiva de la firma electrónica avanzada, unas de las maravillas de esta era digital. Hace tiempo que no debo imprimir papeles para firmarlos y volver a escanearlos, e incluso notariar varios documentos, con un par de simples clics y una clave y voila. ¿Contratos? Firma electrónica, ¿Informes técnicos? Firma electrónica, ¿Crear una sociedad? Firma electrónica, ¿Bloquear un documento para no ser editado? Firma electrónica. Incluso el supermercado lo hemos ido modificando, con las maravillas del totalmente copado despacho a domicilio (la espera está en dos semanas), o el más maravilloso pickup. Compras por la internet, estacionas en un lugar especial, y viene un minion a dejarte todas tus cosas. Las maravillas de la civilización moderna. Al menos algunos han aprendido de todo esto y se han modernizado, otros siguen haciendo absurdas colas.