¡Un año más! Eso pensamos o decimos cuando estamos cerca de nuestro cumpleaños o el de un ser querido. Cumplir años es una experiencia que no es sentida de igual manera por todos. Para muchos es motivo de celebración, sobre todo cuando se trata de los más pequeños o de los más jóvenes, pero para los adultos esto puede ser diferente.
¿Cumpleaños o aniversario?
Los cumpleaños también llamados aniversarios, actualmente marcan la fecha en que se produjo un evento significativo, tales como un nacimiento o un matrimonio, pero también pueden recordar la inauguración de una institución o el inicio de un proyecto.
Cuando se trata de festejar un nacimiento, dependiendo de la cultura y las costumbres, suelen hacerse fiestas o reuniones para homenajear a la persona que cumple años. En otras festividades, como el aniversario de bodas o la inauguración de un proyecto, tal vez es suficiente con compartir una cena o un brindis en un lugar tranquilo.
Aunque solemos asociar la palabra aniversario con celebraciones alegres, en principio no siempre fue así. Los aniversarios en su origen sirvieron únicamente para recordar la memoria de los mártires que dieron su vida en la defensa de una causa. Posteriormente se empleó para rememorar eventos importantes de las naciones (1). Así como el significado de un cumpleaños o aniversario fue cambiando para la humanidad, es posible que, sin darnos cuenta, también vaya tomando un significado distinto a lo largo de nuestra vida.
Sentimientos encontrados en torno a cumplir años
Hablar de nuestro cumpleaños puede hacer sentir emociones diversas. Cada vez que se acerca la fecha que marca nuestro nacimiento, posiblemente se vienen del inconsciente recuerdos que lo definen.
Hasta cierta edad dentro de la niñez, cumplir años podía pasar desapercibido, puesto que no teníamos conciencia de los días y las fechas. El significado de nuestro cumpleaños, sin duda fue modelado en un principio por nuestros padres y familiares más cercanos. Luego, el ambiente escolar comenzó a sumar nueva información en torno a las celebraciones. Seguramente, en algún momento nos cantaron el cumpleaños en el aula de clase, o cantamos en el cumpleaños de un compañero. Esas acciones frente a la fecha del nacimiento la fueron rodeando de importancia y de un significado particular, que posiblemente nos invitan a celebrarlo cada año.
Sin embargo, cumpleaños y celebración no siempre van juntos. Para algunas personas lo vivido en torno a esta fecha, recordado o no, puede eclipsar el deseo de festejarla. Tal vez esa sea la razón por la que nos topamos con personas que se entristecen cuando se acerca su cumpleaños. Éstas optan por vivirlo como un día corriente y en silencio, para evitar las felicitaciones, que carecen de sentido para ellas.
Otra razón por la que no se quiere celebrar el cumpleaños, es el miedo a la vejez y a la muerte. La vida es un periodo de tiempo finito. Por lo tanto, desde que nacemos comienza la cuenta regresiva que nos llevará al final de ella. Muchas personas por razones tal vez asociadas con la forma de concebir la vida, temen que cada cumpleaños le acerque más al deterioro físico y a la pérdida de la salud, cuyo desenlace definitivamente sería la muerte. Pero siendo un evento natural, ojalá no causara tanta angustia.
Razones para celebrar el cumpleaños
La vida es un cúmulo de experiencias que nos traen siempre muy ocupados. Nos cargamos de muchas obligaciones y de trabajo, con la promesa de lograr todo lo necesario para ser felices, y poco dedicamos al disfrute y mucho menos a las celebraciones. Algunas personas asocian el disfrutar y el celebrar, con pérdida de tiempo y de dinero, pero lo que realmente sucede es que no se comprende lo importantes y necesarios que son para la vida.
Cualquier celebración lleva consigo una carga de entusiasmo y alegría. “Celebrar constituye una de las principales columnas vertebrales del gozo, la conexión interna y con los demás…”. (2) Si se trata de los más pequeños, celebrarles el cumpleaños, además de ser divertido, puede ayudarles a fomentar la sociabilidad con sus pares, reforzar los lazos con sus padres y familiares, dejándoles gratos recuerdos que favorecerán su autoestima y valoración. (3) Para los adultos puede significar un rato de desconexión de la rutina que les permitirá reencontrarse con familiares y amigos.
Cada uno de los lectores ya tendrá definidas las razones por las cuales celebra o no su cumpleaños. En lo que a mí respecta, cada cumpleaños rememora el día en que me otorgaron el regalo más preciado: LA VIDA. Quizás no sea necesario hacer una gran fiesta con muchos invitados para celebrarlo. Quedarnos unos minutos en silencio, agradeciendo nuestro arribo a un nuevo año, colmado de experiencias y oportunidades, puede ser suficiente.
¡Dedicado con mucho cariño a la Revista Ya Puerto Varas en su 7º Aniversario! y para quienes celebran cada año la vida.