Texto por: Seba Schirmer L. – Ilustración: Kipper Art (Rafael Angulo) @kipper_art
Comienza abril, comienza con las pascuas y un atisbo del invierno que ya llegó. Comienza con la incertidumbre (al momento de escribir esto) de si se posponen o no las elecciones (todo parece apuntar que se pospondrán). Independiente de cuando sea la elección, es muy importante informarnos bien de los candidatos y el por qué los elegiríamos. Si bien a mis candidatos más cercanos ya se los he mencionado en alguna ocasión, aprovechare esta tribuna para mencionar algo que, como puertovarino a pie, siempre me encuentro.
Primero quiero decir algo claro y fuerte: las bicicletas deben ir por la calle. Las únicas excepciones son menores, adultos con menores y ancianos. Me he topado con bicicletas a gran velocidad, haciendo maniobras temerarias, en la vereda. Más de algún encontrón he tenido. La ley de convivencia vial es clara y explicita, las bicicletas van por la calle. Es común en Colon o San Ignacio tener este problema. Seamos conscientes.
El otro punto que quiero resaltar es que la gente se estaciona pésimo. Es algo sabido que el aumento explosivo de la población de la ciudad trajo un aumento igual de autos, y además hay que sumar a esto que se estacionan en cualquier parte y de cualquier forma. ¿Curvas? Autos estacionados, ¿líneas amarillas? Autos estacionados, ¿sobre la vereda no dejando pasar a ningún peatón y menos coches? Autos estacionados, ¿en lugares para minusválidos o embarazadas? Autos estacionados (autos de conductores que no tienen esa condición).
La gente siempre habla de tener consciencia, de cuidarnos entre nosotros, pero la comodidad y el egoísmo prima. En vez de estacionarse dos cuadras más allá en un lugar permitido, prefieren subirse a la vereda no dejando pasar a nadie. En lugar de ir por la calle como corresponde, ponen en peligro a peatones andando por la vereda. Dado que nuestra seguridad comunal poco o nada hace para fiscalizar esto, seamos nosotros quienes respetemos las reglas, aunque no nos convengan.