Crónicas de un Puertovarino a Pie: Julio y las Lluvias

Ilustración por @kipper_art (Rafael Angulo) – Texto: Un Puertovarino

Mientras escribo estas líneas miro por la ventana y no para de llover. Los días han estado helados, las lluvias han sido intensas y el viento golpea con fuerza y se cuela entre las chapas y los árboles. Don invierno se hace notar y sentir.

Debo reconocer que soy del team invierno. Sí, no me juzguen; pero es mi época del año favorita. ¿Razones? Tengo muchas y mencionaré algunas de ellas: para empezar, dormir tapado hasta las orejas me encanta. Caminar – aunque llueva – y sentir el viento en la cara ha sido siempre uno de mis hobbies. Y, además disfruto mucho todo lo que el invierno conlleva; como pasar más tiempo en casa compartiendo en familia, planear un menú calórico (cazuela, sopaipillas, pan amasado, picarones, porotos con rienda…) y ni hablar del matecito cerca de la estufa o por qué no un navegao.

Disfruto de esos rituales. Tanto que puedo sobrellevar el tener que madrugar y que la casa esté helada o que alguna baldosa suelta atente contra mi outfit.  Lidiar con menos luz solar, correr a tapar mis plantas por si escarcha o salir abrigad@ cuan oso polar. Si, muy abrigado porque ya saben… soy el puertovarin@ a pie.

A mucha gente no le gusta… o no tanto al menos. Pasan contando los días para que el frío se vaya y lleguen de a poco los días primaverales, pero nada que hacer… estamos en el sur y hay que esperar. Por mientras, disfrutar lo que hay. Disfrutar el hoy, porque el ayer ya pasó y el futuro aún no llega. Solo tenemos el hoy; que es un regalo, una bendición.

Sigo mirando por la ventana, pensando en la lluvia y en ustedes; que están ahí del otro lado de estas páginas… acompañándonos mutuamente desde la virtualidad. Reciban un abrazo apretado, esa palabra de aliento, esa certeza de que si hay algo que les preocupa; solo confíen… se resolverá. Llueve, pero siempre, siempre… vuelve a salir el sol y el arcoíris.