Cuarentena: Crónicas del Puertovarino a Pie

Nuestro querido puertovarino a pie no deja de sorprendernos…

Texto por: Seba Schirmer Lecaros. Ilustración: Kipper Art (Rafael Ángulo)

Abril y el encierro. Aquí estamos. A pesar del encierro cada vez reviso menos las RRSS (salvo Reddit, que no tiene parangón), pero las pocas veces que me meto no puedo dejar de notar que la gente se aburre en el encierro.

Sinceramente me sorprende, con el encierro no tengo mucho más tiempo libre dado que siempre he trabajado desde la casa, pero si he podido compartir con mis amigos on-line dado que ellos tienen más tiempo. ¿Si tuviese el tiempo libre en el encierro que haría? Bueno algunas ideas: escribir un libro, tengo un par de cuentos aun a medias que espero poder terminar con este tiempo. Construir la infraestructura para compostar. Arreglar el jardín. Aprender y jugar juegos de mesa. Aprender una canción nueva o un instrumento musical. Leer un buen libro (recomiendo ficción especulativa). Separar para reciclar. Limpiar el techo. Jugar con tus hijos y enseñarles algún juego de mesa (pronto lograré que mi hijo juegue Magic). Jugar y enseñarle algún truco a tu perro (pronto lograré que Atila juegue Magic). Observar y aprender a reconocer aves comunes. Ordenar (por ejemplo, mis libros por autor y categoría). Arreglar ese artefacto (si, tengo varias cosas en “por arreglar”).

Personalmente me dedico a jugar con mis amigos D&D por internet, jugar juegos de mesa con mi pareja, leer muchos libros, escribir, tocar y escuchar música, jugar con mis perros y mi hijo, y trabajar (no mucho sinceramente dado que todo está medio paralizado). Me cuesta creer que la gente se aburre y que vida gira en torno al trabajo o actividades rutinarias. Busquen aquella entretención simple que alguna vez les encantó, busquen una nueva entretención grupal, sea online o con quienes compartan el encierro. Jueguen con su perro, lean un libro, observen las pequeñas maravillas de su jardín (yo me entretengo buscando la probable ubicación de un nido de chaquetas amarillas). O pueden escribir furiosas y razonables cartas al editor en algún diario de circulación local. ¿Qué no deben hacer? Salir de su casa si no es absolutamente necesario. Reenviar mensajes de procedencia dudosa que solo aumenta la histeria colectiva. Acaparar algún implemento básico que no se necesita al corto o mediano plazo, o peor con el fin de especular (vergüenza les debería dar). quédense en su casa y disfruten del que es su espacio.