Don Edgardo y Sergio son solo 2 de los varios empleados que serán homenajeados en la celebración del 50° Aniversario de Casino Dreams Puerto Varas. Conversamos con ellos sobre su historia, anécdotas y sus emociones en esta fecha tan especial.
En 1970 abrió sus puertas el Casino de Puerto Varas, el tercer casino más antiguo de Chile. Y desde entonces, miles de historias se fueron forjando y entrelazando en la comuna lacustre; como la de estos dos trabajadores que vieron nacer el proyecto que ha pasado por diversas etapas y que hoy viste de gala al cumplir 50 Años de historia.
Sergio Bachmann nació en Frutillar, es el único hombre de 5 hermanos y es hijo de agricultores, desde pequeño llevó una vida a puro esfuerzo; al terminar el colegio ayudó a sus papás en el campo hasta que un conocido de la familia le comentó que en Puerto Varas estaban reclutando jóvenes para trabajar en el casino.
El 01 de Mayo de 1970 se presentó con todos sus papeles y enseguida quedó seleccionado: comenzó la academia (que empezó ese mes y terminó en septiembre) y si bien al principio pensó que sería un trabajo esporádico, luego lo tomó como una opción de vida y hoy, cumple 50 años de servicio, toda una vida.
«Este trabajo es una pasión para mi, me encanta lo que hago y creo que ése es el gran secreto para que uno sea exitoso en la vida. En el casino, pasé por varias áreas, creciendo poco a poco y tuve la oportunidad de viajar a lo largo de Chile, compartiendo mis conocimientos y adquiriendo otros nuevos, y aún hasta el día de hoy siempre se sigue aprendiendo» comentó.
«Checho» también se destacó en el área deportiva en la zona y formó una familia junto a María Lidia, con quien tiene 2 hijos y varios nietos. «El apoyo de la familia es fundamental, sobretodo en un trabajo como este en donde uno lleva 50 años trabajando de noche, cosa que no es fácil» agregó.
Hoy a Don Sergio se lo ve siempre en la sala de juegos; «No soy muy amigo de las oficinas, me gusta más estar en la sala; con la gente, trabajando y supervisando para que todo funcione de manera correcta, que se cumplan los procedimientos y apoyando en lo que sea necesario.»
Don Edgardo Ortega, comparte la misma pasión con «Checho», una vida hecha en la casa de juegos que comenzó a muy temprana edad.
«Yo trabajaba con mi papá, que tenía una empresa de camiones y que hoy la lleva adelante mi hermano. Un día leí en el diario un aviso que decía que se necesitaban jóvenes para trabajar en el casino, asi que me presenté y fui seleccionado… y aquí estoy» comentó entre risas.
Edgardo es un destacado puertovarino, con una vida social muy comprometida con su ciudad natal, miembro ilustre del cuerpo de bomberos y también conocido en otras áreas como el deporte.
Comenzó como ayudante en la academia, junto a los crupiers que venían de Viña del Mar y de a poco fue desempeñándose en varias áreas: como cajero, en finanzas, en la bóveda y actualmente se desempeña como asistente comercial. Su histrionismo lo ha llevado siempre a destacar en relaciones públicas y es – al igual que Don Sergio – un convencido de que trabajar en el casino es algo que «tiene que gustarte de verdad» y que es un trabajo que tiene un alto costo familiar.
«Es un trabajo muy especial, creo que no hay nada siquiera parecido a esto y hay que ponerle mucho empeño, dedicación y esmero. Uno vende entretención, sueños y una atención de excelencia. Se hacen amistades y se comparten cientos de vivencias» argumentó.
Ortega, es viudo, tiene 3 hijos y una vida de esfuerzo: «Mis 3 hijos hoy en día son profesionales y es una de las cosas que me ha permitido este trabajo, soy un agradecido»
Al igual que su compañero, Edgardo ha recorrido varios kilómetros del país y ha pasado por diversas plazas de Norte a Sur y hoy recuerda con cariño las viejas épocas: «Antes, el casino era un sinónimo de glamour, para entrar se exigía que los hombres lleven corbata y las mujeres debían ir vestidas formalmente. No se vendía alcohol y en un principio solo estaba la ruleta, luego se fueron incorporando otros juegos como el black jack, tragamonedas, etc.»
Hoy, Don Edgardo asegura sentirse muy feliz formando parte de la casa de juegos, donde hizo una carrera que le ha dado muchas satisfacciones; «Soy un bendecido de poder hacer lo que me gusta, la salud también así me lo permite y trabajar es la mejor forma de sentirse vivo» agregó.
MIL HISTORIAS
50 años es toda una vida y las anécdotas e historias son innumerables: «Hemos visto pasar por la sala de juegos a deportistas, cantantes, actores, políticos, en fin…una larga lista de personajes que para otras personas tal vez era inalcanzable tenerlas cerca. Hay tantas historias!» comenta Bachmann.
Ambos, coinciden en varios nombres de personas que han sido grandes maestros en su trayectoria, como Carlos Pavéz, Julio Zapata, Carlos Richter, Juan Montserrat, Oscar Espinoza, solo por nombrar algunos. «Más que enseñarnos el oficio, ellos fueron personas que nos marcaron, que nos enseñaron a ser personas» dice Ortega.
Desde 2007, Don Edgardo y Sergio forman parte del casino que hoy es «Dreams Puerto Varas» y se sienten orgullosos de poder transmitir a las nuevas generaciones su conocimiento y dejar huellas en las personas.
Antes de terminar la entrevista les preguntamos por la última apuesta y entre un guiño y sonrisas…. ambos apostaron al 60!
¡Felicidades a ellos y a todos los trabajadores del Casino de Puerto Varas!