Fresia Ortiz: Una vida dedicada a la atención al público

La Señora Fresia, esposa, madre y abuela. Químico Farmacéutico de profesión y vocación, muy querida por los puertovarinos. Su amabilidad y sonrisa siempre engalanaron el mostrador de la tradicional Farmacia Tang.

La ciudad está llena de historias, de lugares entrañables y por sobretodo de personas que trascienden en el tiempo; aquellas que nos acostumbramos a ver – aunque sea en una compra rápida en la farmacia – pero que con su calidez y predisposición generan una atmósfera agradable y hacen que queramos volver una y otra vez.  Ése es el ambiente de la Farmacia Tang, que de la mano de Don Jorge “El Chino Tang” y su esposa, la Señora Fresia han consolidado mucho más que un nombre.

Fresia Ortiz Rodriguez nació en 1943 en San Carlos, provincia de Ñuble. Tiene 3 hermanos y creció junto a ellos en la casa de su abuela paterna con 2 de sus tías. Su mamá falleció cuando apenas había cumplido 2 años y su padre dejó este mundo cuando Fresia estaba en la Universidad.

“Tuve una infancia muy feliz, en donde jugué mucho y es en parte lo que quiero transmitir a las nuevas generaciones: que dejen un poco de lado el celular y que disfruten su infancia y juventud” comenta Fresia, en una entrevista cercana y colmada de emoción en vísperas de su cumpleaños.

Su enseñanza básica y media la realizó en el Instituto Santa María en San Carlos y en Chillán, aunque culminó sus estudios en Talca. Siempre fue una alumna muy disciplinada, virtud que conservó también en su vida universitaria.

Ingresó a la Universidad de Concepción en 1960, en la carrera de Química y Farmacia, aunque también le gustaba medicina: “Recuerdo que el examen de ingreso a las 2 carreras era el mismo día y a la misma hora y decidí inclinarme por Farmacia.” El destino, ya estaba escrito.

En la universidad conoció a Jorge Tang, con quien además de compartir la pasión por la misma carrera, comenzaron también a compartir su vida juntos: “59 años pasaron desde el primer día de pololeo. Hemos sido siempre muy compañeros, una vida llena de amor, respeto mutuo y de felicidad.”

Cabe mencionar que Fresia estudió su carrera con una beca para la mantención de la pensión y no repitió ningún año. Además, se tituló con el mejor puntaje: “Por lo mismo, con el pasar de los años junto a mi marido siempre hemos ayudado a jóvenes de las nuevas generaciones que no disponen de los medios para poder titularse” comenta con emoción.

Su época de estudiante y posterior vida laboral se entremezcló con lo personal y felizmente se casó y tuvo 4 hijos: Jorge, Moying, Carola y Meyling.

Tras haberse graduado, su vida laboral se desarrolló durante años entre Valdivia y Osorno, al igual que la de Don Jorge que en un principio había sido en relación de dependencia, ganando experiencia y preparándose para lo que vendría. Fueron años de esfuerzo y sacrificio, pero con la convicción plena.

Finalmente, llegan a Puerto Varas. Aquel Puerto Varas de los 90´s que los acogió y les permitió desarrollarse y crecer: “En diciembre de 1993 se inauguró la primer Farmacia Tang, a cargo de Jorge y en febrero de 1996 la segunda sucursal que estaba frente a Carabineros, por calle San Francisco en donde yo estaba a cargo. Años después, ambos locales de fusionaron en el local que tenemos hoy en día en pleno centro de la ciudad, por calle San José” y aclara un detalle no menor: “En enero de 2006, nuestra hija Carola Tang abre su propio local: Farmacia Psuying Tang, pero no somos socios. Carolita también es Químico Farmacéutico y forjó su propio camino.”

Fresia recuerda con mucho cariño toda su historia, con alegría y tesón; la misma con la que han crecido y sorteado todas las vicisitudes de la vida; largos turnos, veranos eternos, tormentas oscuras y arcoíris brillantes. Lugareños, visitantes, familias enteras que han pasado por la Farmacia Tang…

Una vida dedicada al servicio, a la atención al público; un público fiel que siempre los ha preferido, con quienes construyeron un lazo de confianza que ha traspasado el tiempo y que siempre encuentra el mejor remedio.

Para cerrar la nota, Fresia no puede dejar de mencionar que es una agradecida de la vida: “Mi profesión me ha dado muchas satisfacciones, sobretodo en estos últimos años en donde he recibido mucho cariño de toda la gente, lo que me reconforta y me ayuda a seguir adelante contra viento y marea.”