Un emprendimiento lleno de color y con sentido. Conoce a Cynthia y su proyecto.
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Cynthia Bobadilla Soto, tiene 42 años, es mamá, psicóloga, terapeuta de flores de Bach y aficionada al arte. Mientras estudiaba su carrera, realizó tres diplomados de pintura en la Universidad Católica de Temuco y luego, siempre siguió ligada al arte: tomó cursos de mosaico, orfebrería, entre otros, pero siempre más como un hobby, que como negocio.
Pero sin dudas lo que más le gusta es la pintura: “Es algo que realmente me apasiona. Sin embargo, nunca fui tan constante como hasta ahora: Cuando surge la pandemia, mis ingresos disminuyeron y es ahí cuando comienzo a pensar en qué podría ser un buen negocio y se me ocurre la idea de los maceteros reciclados con suculentas. Retomé una página que abrí en Facebook hace años atrás para mostrar mis trabajos y abrí una cuenta de Instagram.” Comenta Cynthia, quien en apenas 6 meses ya cuenta con más de 2.500 seguidores.
Durante estos meses, esta emprendedora aprovechó para pulir aún más sus conocimientos y para poder aprender otras técnicas como el decoupage, pintura en loza, puntillismo, etc. Por lo que empezó a ver tutoriales en youtube, a seguir en redes sociales a otros artistas, a ver sus live de Instagram y también ha tomado talleres on line. Desde entonces, no ha parado.
Magenta se transformó en una tienda virtual, de comunicación principalmente a través de redes sociales: “Generalmente no tengo stock para la venta, porque de a poco quienes se han interesado en mis trabajos, comenzaron a pedirme diseños personalizados. Me indican lo que quieren, conversamos la idea y muchas veces me envían imágenes de referencia, y así surge un proyecto. A cada pieza le dedico tiempo, amor y cariño. Me gratifica enormemente hacer una entrega y que mis clientes queden contentos y satisfechos” agrega.
ARTE & RECICLAJE
En este camino de la mano con el arte, Cynthia siempre pintó en tela, por lo que intervenir objetos fue algo nuevo: “Sinceramente no quería que fueran solo artículos decorativos, entonces se me ocurrió que podrían ser hechos con material reciclado. Hace como dos años comencé a reciclar, primero botellas, luego latas, etc. Y me di cuenta de la inmensa cantidad de objetos contaminantes que uno mete a la basura. Eso me motivó a hacer maceteros con latas, con recipientes plásticos de manjar, de miel, entre otros. Primero los hice con decoupage y la recepción de mis más cercanos y seguidores en redes sociales fue bastante buena, pero cuando comencé a pintarlos fue mucho más que buena. Después encontré a un proveedor de atriles para celular, hechos con madera reciclada. El primero que pinté lo vendí enseguida y luego me llegaron muchos pedidos, porque el interés en mi trabajo no sólo está en lo decorativo, sino que también en que son objetos de utilidad. Por ejemplo, con la pandemia muchos estamos con tele trabajo, por lo que los atriles llaman la atención para poder hacer video llamadas de forma más cómoda” comenta Cynthia, a quien la creatividad no le ha sido mezquina.
En Magenta Arte Decorativo se puede personalizar casi cualquier objeto, solo es cuestión de conversarlo y si es posible, llevarlo a cabo. Vale aclarar que, para navidad, aún tiene la agenda abierta para pedidos personalizados, como también tiene disponible decoración navideña: pinos para adornar mesas, figuras de madera, todo pintado a mano.
Con respecto al camino de emprender, Cynthia asegura: “Ha sido muy entretenido y gratificante a la vez, fue lindo ver cómo voy llegando cada vez a más gente, que aunque quizás no puedan comprarme, me motivan con sus comentarios y con sus like en mis publicaciones. Por otro lado, hay que tener mucha perseverancia, he tenido que organizar mis tiempos de tal forma que pueda seguir cumpliendo con mis otros trabajos como psicóloga, cuidado de mi hija, y otras cosas. He tenido que aprender bastante, no sólo de otras técnicas artísticas para que mi trabajo sea más atractivo, sino que también respecto del uso de las redes sociales, poner precio a mis trabajos, el definir un proceso de compra, entre otros.”
Para finalizar, hay que destacar que el crecimiento de este proyecto fue también gracias al “boca a boca”, la recomendación de los clientes. “Varias veces me han contactado porque han visto alguno de mis trabajos donde una amiga, la hija, la mamá, etc. ¡Es muy gratificante!” finaliza.