Por: Andrés Gumercindo Ramírez Alvarado. / Fotos: Banco de Imagenes. Patricio Cortés.
Cuando alguien habla de Patrimonio de inmediato se detona en nuestras cabezas las casas antiguas o para muchos las Iglesias de Chiloé. Nuestro espectro de posibilidades de lo que representa el patrimonio es muy acotado, es por esto que creo importante dejar ver en unas pequeñas pinceladas de todo lo que se puede abarcar de este concepto.
Por mucho tiempo se ha dejado de lado la cara inmaterial del Patrimonio y lo han catalogado como algo antiguo, siendo que es mucho más que eso. Patrimonio es un” mundo” que constantemente se va desarrollando en nuestras vidas y que si no lo consideramos como parte de nuestro presente, estaremos condenados a perderlo en nuestro futuro, así como se ha ido perdiendo nuestra identidad.
Para que existan las casas y los lugares históricos primero debemos contar con su alma principal, la comunidad y la gente que habita en ellas. Un hecho que se ha ido perdiendo con el tiempo y que es de suma importancia a la hora de evaluar cómo mantener vivas nuestras comunidades.
Puerto Varas cuenta con sectores como Barrio Estación, Calle San Ignacio, Calle Colón que cada día van olvidando sus orígenes y dejando en el camino aquellos que jugaban en sus veredas, que se juntaban el fin de semana a compartir una comida o simplemente, a compartir una conversación bajo un pórtico.
Nos hemos olvidado de los oficios, de nuestros maestros carpinteros, hojalateros, herreros, jugueteros, zapateros, cantores y sastres, que pocos quedan en nuestra ciudad. Nos hemos enfocado incansablemente en las nuevas tecnologías, hasta tal punto que lo único que hemos logrado es permitir que casi se desvanezca por completo este ADN de ciudadano.
Hemos olvidado los orígenes de quienes nos educaron.
Las casas antiguas, lo “ANTIGUO”, ha nublado lo más importante que es el rescate de nuestro patrimonio ciudadano, nuestro “PATRIMONIO VIVO”, nuestro patrimonio INMATERIAL Y NATURAL, que son los que permiten los lazos de la cuidad, las conexiones necesarias para sobrellevar los embates del futuro.
El patrimonio forma parte de nuestro día a día, es aquello que nos han dejado nuestros padres y abuelos, pero también es aquello que pretendemos dejarles a nuestros hijos. Está presente en lo que quieren expresar nuestros jóvenes, es nuestra identidad y hoy más que nunca, es importante mirar hacia nuestras familias y ver qué es lo que nos están heredando para cultivarlo hoy y en el futuro.