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Comenzó a hacer fotografía muy joven, siendo estudiante de la Universidad Técnica del Estado; algo muy elemental al principio, para poder solventar sus gastos de estudiante. Tiempo después y tras un breve paso por la administración pública, se dedicó y concentró en el oficio de la fotografía, que lo acompaña hasta el día de hoy y que le ha traído enormes satisfacciones: “Disfruto mucho haciendo fotografías, tanto que no siento que sea un trabajo, siempre ha sido muy grato” comenta Geno.
Nació en Coyhaique y llegó a Chiloé siendo niño: “Mi padre era chilote y gracias a él toda nuestra familia arribó al archipiélago. Siempre me sentí atraído por las artes plásticas, en el colegio me iba muy bien en estos ramos. Pero decanté un tiempo hacia la música, de la mano del maestro Francisco Delgado, gran guitarrista clásico, y estuve unos años estudiando con él en Ancud. Esta etapa de mi juventud fue muy importante, porque aprendí a escuchar música, a sentirla y en este ejercicio a reflexionar sobre muchas otras cosas; tanto así que decidí estudiar Musicología, carrera a la que pude ingresar en la Universidad de Chile en Santiago, pero que lamentablemente no pude seguir por motivos económicos” recuerda el artista dela región.
Sin embargo, la fotografía lo ha llevado a ser reconocido y a encontrar una nueva forma de ver el mundo y sus singularidades: “Descubrí Chiloé a través de la fotografía, he recorrido una buena parte de Chile y he viajado al extranjero invitado a mostrar mi trabajo. Ser fotógrafo me puso en un lugar de privilegio, he sido testigo de la vida, he sentido la solidaridad y fraternidad de muchas personas, también la fragilidad y precariedad de la existencia humana” agrega Geno quien en 2021 fue galardonado con el Premio al Artista Regional de Trayectoria, otorgado por el Ministerio de las Artes y las Culturas.
Geno ha desarrollado una obra continua en el tiempo, de reconocida excelencia, creatividad y de un trascendente aporte a la cultura regional. Durante 40 años ha puesto a disposición sus ojos, su manera de mirar para adentrarnos en las huellas o los vestigios de un tiempo de transformaciones, haciendo un registro del cambio en la macro zona sur austral, de la destrucción del pasado, en su estructura histórica, sus ecosistemas, sus formas vida y costumbres.
“Mi trabajo ha sido principalmente documental, documentalismo contemporáneo como suele llamarse, el que considera la fotografía socioantropológica, sociourbana, socioambiental, socioartístico, entre otras clasificaciones que los expertos definen. Durante algunos años trabajé como corresponsal gráfico de algunos medios de comunicación nacionales y regionales. He incursionado también en el retrato fotográfico, género que me gusta mucho. Aunque uso el formato digital, de preferencia utilizo en mis series y proyectos cámaras con película fotográfica blanco y negro, lo que hoy se llama fotografía análoga, en formato medio 6X7 y 35 mm., películas que luego revelo personalmente en mi taller.”
También le gusta escribir, para él; aunque a veces publica cosas breves. Leer, poesía incluida; pero trabaja en fotografía exclusivamente, lo que ha incluido en algunas etapas producción audiovisual, edición de videos, etc. Pero lo que más lo mueve es la imagen fija.
Actualmente está terminando un proyecto financiado por el Fondo del Libro y La Lectura, Convocatoria 2021 Ministerio de las Culturales la Artes y el Patrimonio, que consistió en la publicación de un libro titulado “Contra el olvido, fotografías Chiloé siglo XX”. Para este año tiene varias ideas dando vueltas; unas más avanzadas que otras; y quizá vuelva a trabajar un poco en fotografía de fauna, para complementar un proyecto anterior que se llamó “Los pájaros secretos”.
Consultado sobre alguna de las miles de anécdotas que debe tener, nos mencionó la siguiente: “Cada fotografía es una historia; yo recuerdo los momentos y circunstancias de muchas de las fotografías que he hecho. Pero les contaré sobre una que titulé “Contra cara”, porque pienso que el humor es siempre muy importante en lo que uno hace. La historia es que un día, estaba con unos amigos en un restaurant, en una mesa al aire libre, cuando de pronto emergen dos niños gemelos desde el comedor interior del local, vestidos exactamente igual; impulsivamente les hago una fotografía y uno de ellos se molesta, se da media vuelta y me muestra el trasero…entonces yo hice la segunda fotografía, todo fue como un relámpago.”
Para finalizar, Geno hace referencia a la masificación de la práctica fotográfica que se ha masificado en las dos últimas décadas: “El gran impulso para este fenómeno lo dio el desarrollo de la fotografía digital y las cámaras incorporadas en los teléfonos. Esto es muy bueno, porque lo visual se ha incorporado también en todos los ámbitos de nuestro quehacer cotidiano, como un nuevo lenguaje, como documento que informa y valida lo que acontece. Pero esto nos obliga también a reflexionar más sobre lo que miramos, para comprender mejor lo que vemos. El gran pintor chileno Roberto Matta, Surrealista, preguntó una vez a un periodista en una entrevista… ¿Cuánto ves cuando miras…? …yo pienso que esta es una tremenda pregunta.”
****Esta nota forma parte del proyecto «Reconociendo a los Artistas de la Región de Los Lagos» ejecutado por @revistayapuertovaras y financiado por el Ministerio de las Culturas, el Arte y el Patrimonio a través de la Seremía Regional.