Memorias de una santiaguina viviendo en el sur de Chile…. / IG @santiaguina_perdida_en_el_sur
Debido al tráfico de gérmenes que tan gratuitamente han hecho las niñas, nuestra salud ha estado literalmente por el suelo, sintiendo que se me iba el alma en cada tos, sé que no es novedad en estos tiempos ya que los virus cada vez pareciera que estén mas bélicos que nunca.
Con mi marido nos mirábamos y conversábamos que si esto nos diera con un par de años más la pela nos lleva, uno ya no sabe si ponerse la vacuna o no hacerlo, tomar jugo o no porque es sintético comer frutita genéticamente alterada, nosotros hemos intentado hacer frente con fruta, ajo e infusiones, pero estos bichos oportunistas cuando ven que uno baja la guardia te atacan y te dejan tirada.
Yo pensaba: ¿Cómo pueden existir mamás a las que les guste el invierno y el frio, con la cantidad de bichos que se pegan y nos pegan los hijos? … porque a las mamás nos da todo de lo que nos salvamos del colegio lo tenemos ahora de grande y es un círculo vicioso de infecciones.
Para más, nunca falta la mamá que manda a su hijo enfermo al jardín, por la razón que sea y deja a la mitad del curso en cama por una semana y entre ellos la mía.
Yo intente encontrarle un sentido al hecho del resfrió y darle la vuelta… y siento que es un recordatorio que aún no puedo salir a buscar trabajo estable, porque una de las cosas que uno más resiente en estos casos de enfermedad es la falta de una red de apoyo de familia y debe ser lo único que extraño de vivir en Santiago y tener a todos cerca.
Criar en el sur es hermoso, pero nos pone a prueba, en muchas circunstancias, tanto en el trabajo y en el apoyo, entre otras cosas.
Es por eso que siempre diré y seguiré diciendo que lo mejor siempre será el team verano porque por lo menos nosotros disfrutamos el calor, el team invierno ¿para qué prender estufa …ah? Disfruten su frío. ¿Y saben qué es lo peor? Que el invierno aun no empieza y ya la guadaña me estaba tocando la oreja.