Cerca de todo, pero lejos del ruido. Es una de las primeras cosas en las que muchas veces pensamos cuando buscamos desconectarnos y disfrutar de un espacio cómodo y en contacto directo con la naturaleza. Todo eso y más, lo tiene el complejo Tungulú.
A escasos kilómetros del centro de Puerto Montt, camino a Chinquihue y sobre una colina cuya altitud es de aproximadamente 150 metros sobre el nivel del mar, Tungulú emplazó sus refugios, todos con imponentes vistas a los volcanes Osorno, Puntiagudo, Calbuco y Yates, además de las islas Tenglo, Millen, Huar, Puluqui, Caicuras y Aulen. Sí, la vista es impresionante.
“Tungulú” es un nombre inspirado en la Isla Tenglo; lugar de origen de los fundadores del complejo. La palabra viene del mapudumgun “Tun-glu” que significa lugar tranquilo y apacible, y sus instalaciones le hacen completo honor.
En total, cuentan con 11 acogedores refugios (para 2,5 y hasta 7 personas) y una capacidad total para atender cómodamente hasta 58 huéspedes. Además, tienen un refugio exclusivo con accesibilidad universal.
Los refugios, son un tributo y están construidos con noble madera nativa, como lenga, mañio, ulmo y ciprés. Esta diversidad de maderas – en su interior y exterior – crean un equilibrio con el entorno, y una sensación de confort y comodidad, así como el cuidado y respeto por el ambiente donde se emplazan.
Desde sus grandes ventanales, los huéspedes puedan disfrutar de la vista en todo momento, los cuales son de termo panel y mantienen la temperatura por ser aislantes del frío. La vista es realmente una inspiración para el relajo y la contemplación, que invita a disfrutar del lugar tanto en un día soleado o cómodamente de la lluvia. Un espacio de cobijo al mejor estilo del calor del sur.
Gabriela Pacheco, administradora de Tungulú nos cuenta sobre el origen del lugar: “Es un sueño familiar, que se convirtió en un hermoso proyecto: Mi padre, desde pequeño jugaba con sus amigos aquí, disfrutando de la amplitud del espacio y la sensación de libertad cuando se sentaban a contemplar la inmensidad del horizonte, al atardecer. Luego de aquellos juegos y la inocencia de la niñez, con el paso del tiempo, ese sueño de seguir compartiendo la fabulosa vista se consolidó y actualmente en ese mismo lugar se emplaza el complejo.
Gabriela y su familia han permanecido comprometidos con ese sueño, de mostrar y compartir este espacio maravilloso con huéspedes regionales, nacionales e internacionales.
SERVICIO PREMIUM
En Tunglú nada es al azar, cada detalle está pensado para que la experiencia sea completa. Cada refugio se encuentra completamente equipado con todo lo necesario para una satisfactoria estadía.
Calefacción central a gas por radiadores en todas las habitaciones y baños, wifi y tv satelital, todas las cabañas cuentan con terraza vista al mar, mesa, sillas de terraza y parrilla.
También tienen juegos infantiles, bosques y árboles nativos, con senderos para caminar, áreas para el descanso, sentarse y apreciar la vista. La mejor postal para compartir está en los miradores naturales con una vista única a los volcanes, las islas y la bahía.
Tungulú tiene además tinaja caliente, inmersa en el bosque – para que sea un ambiente íntimo entre los árboles y la vista que acompaña el relajo e invita al disfrute. Se accede a través de un sendero rodeado de arrayanes y otras especies nativas. Este servicio es único, exclusivo y muy especial; ideal para veladas románticas u ocasiones especiales o para hacer un panorama diferente con amigos. Solo se requiere reservar con antelación, para preparar la mejor experiencia.
Y si de reuniones o celebraciones íntimas se trata, también cuentan con la “Suit Tungulú”, un espacio reservado y equipado para encuentros pequeños, celebraciones íntimas y en medio del bosque, en un lugar privilegiado y con vista a toda la bahía.
Claro que la pandemia también ha traído consecuencias a Tungulú: “El 2020 fue un año muy diferente, y al igual que muchos, tuvimos que adaptarnos a la nueva situación que la pandemia nos puso como desafío. En marzo pasado, tristemente cerramos nuestro recinto al turismo. Aunque nos afectó esta decisión, decidimos tomar el desafío como una nueva oportunidad para nosotros y nos enfocamos en capacitarnos, actualizar los servicios y nutrirnos de la máxima información posible, para entregar la mejor experiencia a los huéspedes. Nos asesoramos con un experto en hotelería y servicios, quien nos orientó en el cómo enfrentar este nuevo escenario y poder re abrir con toda la implementación, acorde a las nuevas necesidades” comenta Gabriela.
La empresa se ha tomado con mucha seriedad el tema y se han preocupado de informar, capacitar y actualizar a todo su staff, para la realización de sus funciones relacionadas con la limpieza y con la atención a público.
“También quisimos ver esta instancia distinta a todos los años, como una pausa necesaria y aprovechar la oportunidad para crear nuevos productos y sobre todo, estar conscientes de las nuevas necesidades de nuestros huéspedes: crear experiencias únicas y especiales para cada uno de nuestros visitantes” comentan.
Tungulú cuenta con la infografia oficial de Sernatur, con todos los protocolos e implementación sanitaria, la limpieza se realiza según protocolo Minsal y llevan a la práctica numerosas medidas preventivas entre las que está el uso de alcohol gel, toma de temperatura, distanciamiento social y todos los procedimientos correspondientes.
Cabe destacar que Cabañas Tungulú es un recinto privado, cerrado con portones eléctricos y cctv.
VENTANA AL PARAÍSO
En el complejo se pueden recorrer senderos y encontrarse con múltiples especies nativas como: avellanos, alerce, arrayán, murtas, ciruelillos, huinque, copihues, maquis, retamos, mañíos, laurel, coigüe, entre otros y disfrutar de la naturaleza desde lo alto.
Tanto desde los refugios como en desde los miradores se aprecia mucho movimiento marítimo en el Canal Tenglo, en la Bahía Chincui (mirando hacia el Sur Oeste) y en el Seno Reloncaví (mirando hacia el Sur Este).
Se ve perfectamente, la Cordillera de los Andes, con sus volcanes y la empinada montaña que, a partir de esta latitud hasta el Estrecho de Magallanes, cae al mar. Es decir, Tungulú se encuentra donde termina el valle central, entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera de la Costa. Desde allí hacia el sur, comienzan los archipiélagos.
Como dato para tener en cuenta, Gabriela nos adelanta que están próximos a inaugurar su Mirador Torre, de 14 metros de altura desde donde se logra una vista panorámica de 360° única.
IG @tungulu_
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