Por: Agustín Oyarzún Velásquez, Profesor de Lenguaje y Comunicación /Investigador Paranormal
IG @paranormal_austral
Cuando Friedrich Jürgenson grabó en 1959 el canto de las aves en su casa de campo de Estocolmo, Suecia, jamás pensó, al parecer, que entre sus registros oiría nuevamente la voz de su madre fallecida. ¿Cómo explicar esto? Probablemente podríamos señalar a otra persona como la causante, la cual pudo pasar por ahí conversando en voz alta con alguien más, o simplemente una mala interpretación por parte de Jürgenson, pero no, era improbable que hubiera alguien más ahí, en un lugar tan alejado: la voz capturada en las grabaciones era efectivamente la de su madre, quien le llamaba por su apodo de niñez, interrogándole: “Friedel, mi pequeño Friedel, ¿puedes oírme?”
Este antecedente se marca como una de las primeras psicofonías de la historia – y que se puede encontrar en YouTube –. El fenómeno refiere a la captación de voces en medios electrónicos, como pueden ser grabadoras de audio, cámaras de video, radios o celulares entre otros, lo cual también le vale el nombre de – y que me parece más acertado – “Fenómenos de Voz Electrónica”, ello, debido a que el concepto de “psicofonía” nos remite a esto como algo ocasionado por la energía psíquica – es decir, provocado mediante el pensamiento y/o poder mental – cuando en realidad, no es así; del mismo modo, se conocen con el nombre de “voces de Raudive”, ya que Konstantin Raudive fue uno de los mayores investigadores y divulgadores del fenómeno.
Estas voces que “aparecen” en las grabaciones solo son audibles al ser reproducir estas, debido a que son de baja frecuencia, lo cual le dificulta ser oídas en el instante en que se manifiestan, pasando prácticamente desapercibidas. No existe un consenso respecto a su origen real – se ha debatido respecto a si son frecuencias radiales, comunicación telepática, malinterpretación o apofonías, o simple sugestión – sin embargo, todo parece indicar que se trata de presencias del más allá, o de otro plano de existencia; en cualquier caso, no son voces provenientes de una fuente tangible en el lugar que han sido captadas.
Los mensajes registrados suelen ser concretos, generalmente frases cortas donde se omiten los conectores, o se indica algún nombre, lugar o acción; suelen ser respuestas simples a preguntas realizadas por algún interlocutor. Esta economía en el lenguaje puede explicarse del siguiente modo: si asumimos que se trata de espíritus intentando establecer comunicación, estos ya no poseen la capacidad de hablar – según se cree – y en caso de poderlo hacer, no cuentan con la energía suficiente para elaborar frases complejas. De este modo, y por ello, se señala que, al estar en presencia de espíritus, los aparatos electrónicos se descargan, lo mismo que baja la temperatura abruptamente, debido a que intentarían obtener energía de su entorno, que les permita materializarse, ser vistos y comunicarse; sin embargo, esto no se ha logrado comprobar científicamente, aún.
Ahora bien, realizar una psicofonía no requiere de equipos complejos, bastará un celular con grabadora de audio. Las preguntas deben ser lo más simples posibles, dejando un espacio entre cada una de aproximadamente 20 segundos – un tiempo prudente que permita una respuesta por parte de una entidad a la que le cuesta hablar o no tiene suficiente energía –, además, debe dejarse en claro la intención de esta conversación, indicando la cantidad de personas participantes, el día, lugar y la hora. También es importante mencionar cada sonido externo que pueda ser percibido durante la sesión, para que al momento de analizarse, no genere confusiones o dudas respecto a lo que se escucha.
Lo más importante es mantener el respeto en todo momento, y solo realizarlas en lugares donde se conozca de actividad paranormal, ya que hacer esto en casa podría atraer presencias no deseadas, que pueden resultar difíciles de alejar posteriormente, como suele ocurrir con las ouijas. En cualquier caso, es mejor no exponerse si se es inexperto en el tema o se siente temor de captar la atención de algo desconocido. Quienes han desarrollado investigaciones de este tipo durante años, señalan que realizar una psicofonía para intentar comunicarse con una persona que ha fallecido recientemente resultará infructuoso, y puede generar más pena y dolor en los comunicantes; ha de respetarse su descanso y permitirles ascender o transitar hacia su siguiente existencia, y no debe forzárseles a volver para conversar, si esto sucede, será por parte de él y se hará notar.
¿Puede resultar peligroso? Hasta donde se sabe, no lo es, sin embargo, pongámoslo así: supóngase en otro país, donde no conoce el idioma y no puede comunicarse, ergo, cae en la desesperación, y supongamos además, que no el único con este problema. De pronto, descubre que alguien le entiende. Inmediatamente se acercará e intentará pedir ayuda, indicaciones, etc., y los demás así lo harán también, reuniendo rápidamente un grupo de gente desesperada solicitando auxilio. Similar es lo que ocurre al realizar una psicofonía. Los espíritus – asumiendo que pueden interactuar con nosotros pese a estar en otro plano – muchas veces quedan atados a lugares, dejan asuntos pendientes, o simplemente no han asumido que han desencarnado, lo que los hace vagar indeterminadamente hasta encontrar una respuesta o alguien que pueda socorrerles.
De esta manera, muchas de las manifestaciones en lugares encantados – no embrujados, ese es otro concepto – son una especie de llamados de auxilio. Intentar una comunicación por medio de psicofonía puede orientarles, al responder sus interrogantes o señalarles datos que esclarezcan su “nueva existencia” y puedan dejar este plano. Sin embargo, es altamente probable que un gran número de estos se acerquen, haciendo que la comunicación sea dificultosa – porque todos querrán hablar a su vez y exigirán ser escuchados –, así también, existen espíritus y entidades que solo buscan llegar a nuestro plano y adueñarse de un nuevo recipiente, y verán en esto su oportunidad.
Lo anterior, referido a los espíritus, son solo supuestos, nadie puede asegurar con certeza qué es lo que sucede realmente cuando dejamos esta vida, empero, parece tener cierta lógica al apoyarse en las psicofonías, sobre todo cuando se dan respuestas a interrogantes que solo puede saber una persona que ha dejado este mundo. La mayoría de las culturas, religiones y creencias, establecen la existencia de una parte etérea, que es gran medida nuestra esencia que habita el cuerpo físico; dejar el mundo terrenal significa que hemos abandonado este pleno únicamente, y tarde o temprano, encontraremos la forma de probarlo. La comunicación por medio de las psicofonías es un indicio de ello.
Finalmente, nadie puede asegurar aún que son estos “Fenómenos de Voz Electrónicas”, lo único claro es, como se ha mencionado, que pueden colarse en diferentes tipos de grabaciones, ya se de manera dirigida – es decir, por invitación nuestra – o simplemente porque han decidido colarse en ellas. ¿Telepatía, ondas de radios que rebotan, señales de otros mundos, o incluso planetas? No se sabe a ciencia cierta, solo podemos decir que existen y es un fenómeno bastante curioso y digno de estudiar en detalle.