Por: Alexandra Young Galle – IG @ale__yoga – www.alexandrayoung.org
¿Cómo te has sentido estas últimas semanas? Muchas veces pensamos que en los cambios estacionales como algo que ocurre afuera en la naturaleza, pero es ahí donde se nos olvida que nosotros formamos parte de la naturaleza.
La transición estacional de verano a otoño es delicada, generando muchas veces inestabilidad física y mental; nuestros niveles de energía y nuestro cuerpo cambian; pero por lo general no nos damos cuenta de esto.
A través de prácticas de yoga podemos aprender a conocernos y cuidarnos mejor en este periodo de transición, y sacarle provecho a los reales beneficios de este cambio, tanto a nivel físico como psíquico.
¿Qué cambios ocurren en esta estación que pueden perjudicar nuestra salud?
Menos horas de luz: al bajar las horas de luz en el día, nuestras funciones metabólicas se vuelven más lentas, y esto se acompaña de un menor crecimiento celular y de regeneración de tejidos. Es por eso que nuestro cuerpo se regenera más lentamente, haciéndonos sentir cansados y que tengamos más hambre.
Pueden aparecer problemas digestivos, molestias en las articulaciones, dolor de cabeza entre otras anomalías.
Comienza la temporada de más frio: en general es una estación que se vuelve muy inestable, en donde viento, la lluvia y la humedad comienzan a protagonizar. Lo primero que ocurre es que nuestras defensas bajan, por lo que tendemos coger más enfermedades sobre todo relacionados con el sistema respiratorio como resfriados, gripes, alergias, etc.
Pero también la variabilidad de esta estación, sobre todo al comienzo, nos hace volvernos más inestables emocionalmente, y entramos en periodos de indecisión y confusión, haciéndonos sentir más dispersos.
Cómo incorporar el yoga como beneficio en la transición otoñal
Dentro del yoga no solo practicamos las asanas (posturas físicas), si no que también ejercicios de Pranayama (respiración) y meditación; todas estas técnicas son parte de una completa práctica de yoga que nos ayudará a tener una mayor consciencia de nosotros mismos y de nuestro entorno, volviéndonos parte de todos los procesos naturales.
¿Qué posturas podemos usar para nuestra práctica física?
Torsiones: las torsiones nos ayudan a tonificar nuestro intestino grueso, y por ende hacer que nuestro sistema digestivo se encuentre más saludable.
Estiramientos laterales: ya que nuestro sistema respiratorio se debilita durante el otoño, una forma de darle mayor amplitud a los intercostales para tener más capacidad pulmonar en la respiración, es a través de posturas de estiramiento lateral.
Saludo al sol: la secuencia de “Surya Namaskar”, es una práctica que genera calor a nuestro cuerpo, aumentando nuestra energía, acción necesaria para una temporada en donde comienza a bajar las horas de luz solar, fuente natural de esa energía.
Estas familias de posturas nos ayudarán a mejorar y equilibrar los sistemas de nuestro organismo, previniendo enfermedades infecciosas, mejorando enfermedades crónicas y ayudando a tonificar nuestra musculatura.
Elijamos para esta temporada rutinas que nos ayuden a estar presentes con los pies bien anclados en la tierra, y verás la diferencia en tu relación contigo mismo y con todo lo que te rodea.