Ruca Kumillal: Poniendo en valor la cultura Mapuche y el cultivo de Quinoa a través de una experiencia gastronómica

IG @rucakumillal

Km 27, Camino a Coligual, Purranque, Osorno

Juanita Maye tiene 60 años, 5 hijos, un emprendimiento que le ha devuelto la sonrisa y una fuerza imparable.  Nacida en San Juan de la Costa, desde el año 2001 vive en un campo en el Km 27 en Coligual, comuna de Purranque.

Su vida, estuvo marcada por las adversidades, pero nunca desistió y hoy lo cuenta en primera persona en las experiencias gastronómicas que realiza en la “Ruca Kumillal”.

La historia comenzó tiempo después de instalarse en el campo, donde en un principio junto a su marido e hijos trabajaron incansablemente en el desmalezamiento: “Cuando llegamos aquí, esto no era ni parecido a lo que es hoy. Estaba lleno de matas, tuvimos que limpiar todo el terreno y trabajar arduamente para poder levantarla casa. Luego, la cosa se puso más cuesta arriba ya que mi marido enfermó y falleció. Fue un golpe duro, me quedé sola con mis hijos y había que salir adelante” relata la señora Juanita, como es conocida en la zona.

Trabajó casi 10 años como asesora de hogar para una familia vecina y en paralelo realizaba tareas como asesora cultural en el colegio de Purranque. Desde siempre, tuvo buena mano para la cocina: “Hacía preparaciones que se comían en mi casa cuando era chica, yo me acordaba de todas ellas y cada vez que hacían alguna actividad en el pueblo, ayudaba en la cocina. De a poco, comenzaron a llamarme para eventos; licenciaturas, ferias y exposiciones gastronómicas en donde iba a compartir lo que sabía hacer. En un principio, no sabía que podía emprender ni como hacerlo, pero las cosas se fueron dando de a poco” recuerda.

Juanita destaca el apoyo constante de sus hijos, profesionales y con un gran sentido de la responsabilidad y el trabajo, al igual que el cariño de la gente de la comuna que siempre ha valorado sus habilidades y conocimientos.

RESCATANDO LAS RAÍCES

En el año 2007, Juanita participó de una gira técnica en Lumaco, Temuco junto a INDAP ya que desde el mismo organismo le consultaron qué cosas le gustaría rescatar de sus raíces y ella no lo dudó: La Quinoa.

“Fueron 3 días llenos de aprendizajes, nos enseñaron todo desde cero: la siembra, cosecha, como limpiarla, como prepararla y un montón de cosas más. Realmente fue muy provechoso. Desde allá, me traje unas semillas para sembrarlas yo misma, pero veía que los demás sembraban; pero en macetas y/o consumo personal. Yo quería sembrar grandes cantidades, porque estaba segura de que podría hacer muchas cosas con este cereal” cuenta Juanita.

Pero las cosas no se dieron el primer año: “Perdimos toda la cosecha, la semilla no estaba aclimatada a la zona. Para el año siguiente, pude conseguir unas nuevas semillas de 2 variedades desde Villarrica y esa sí resultó: desde entonces nunca más perdimos una cosecha.”

La emprendedora huilliche comercializaba sus productos en ferias, hasta que se le presentó la oportunidad de presentar un proyecto comunitario junto a CORFO: “La verdad es que la tecnología me gana, asique le pedí a Oscar; uno de mis hijos que me ayudara y nos fue muy bien” recalca.

A través de este proyecto adjudicado, la señora Juanita y su familia le dieron vida a la Ruca Kumillal (La Casa del Buen Comer), un espacio construido en el mismo campo en donde turistas y lugareños pueden disfrutar de una experiencia gastronómica ancestral: “La idea es que la gente venga a conocer nuestra historia y se impregnen de todo el proceso que realizamos: el paseo comienza visitando la zona de los animales, luego pasamos por un pequeño sendero en donde hay un bosque y relatamos la historia, luego pasamos al campo a ver la Quinoa, la recolectamos y luego la preparamos en conjunto con los visitantes. Es una experiencia completa, apta para todos los gustos; ya que cada visita es personalizada.”

Cabe destacar que el entorno y la calidez de Juanita y su familia hacen de la experiencia algo memorable: en el aire se respira una tranquilidad única y tanto la historia como todo el paseo es altamente recomendable. Ni hablar de las preparaciones: desde pan de Quinoa, jugo, hamburguesas y hasta postres!

“La Quinoa es un producto muy versátil, que tiene muchas propiedades y que nos entrega toda su nobleza” agrega Juanita.

Otro punto a destacar es que todo el proceso de siembra y cosecha se realiza de forma artesanal, es un producto natural mediante el cual la agricultura agroecológica y ancestral es puesta en valor; rescatando sus tradiciones.

También vale mencionar que la siembra se realiza en el mes de octubre y la floración (¡un verdadero espectáculo!) se lleva a cabo entre enero y febrero, para terminar con la cosecha en el mes de marzo.

Para finalizar la nota, Juanita Maye sueña con poder agrandar el espacio de la ruca, para poder recibir a más visitantes y recalca: “Emprendí con el conocimiento que tenía guardado de mi niñez, de mis raíces y es algo que me llena de orgullo y que seguiré compartiendo.”